MI NUEVA DENTADURA
Mira que me lo decía mi madre:
-Hijo mío, no te hagas tantas pajas
Que se te van a car los dientes.
Y yo, por norma
Haciendo ni puto caso:
Pajas y más pajas
Regaron mis sueños e ilusiones
Mis idas y venidas:
Con las pajas que me hice en los Seminarios
De Segovia y de Madrid
Que el corazón y los músculos me partían
Si hubiera vendido mi esperma
Hoy sería multimillonario
Y no un simple chupatintas currante.
Si me miraban unas jóvenes feligresas
O las oía cantar en el Templo
Me corría como un místico
Y manchaba los pantalones
Y atravesaba la Sotana.
Si a la Noche de mis Sentidos
En la oración y sacrifico
Se acercaba el Amado
Él tenía que escapar
Y mudar a otras Almas.
-¿Mi Alma amada, dónde estás?
-Amado, estoy manchando la sotana.
Cuando salí del Seminario
A lomos de mi Burro
Marchaba con trabajadoras del Sexo
Porque me trataban muy bien
Corriéndome yo
En su boca y entre las orejas
Por delante y por detrás
Y yo no quería novias
Porque sólo querían casar.
Algún travesti madrileño cayó
Porque me corrían por detrás
Y yo les daba carnales zurriagazos
Hasta llegar a la pensión
Que me tocaba pagar.
-Buenos día, hijo
Me decía siempre mi madre, al levantar.
¿Es que no piensas buscar novia y casar?
-¿Para qué, madre?
Si ya tengo mi propio infante
Que me hace mucho gozar
Y ninguna mujer me la levanta como yo.
-Hijo, algún día te vas a acordar
Porque estás perdiendo mucha savia
Y tus dientes algún día caerán
Y te pondrán unas prótesis dentales
Que te harán rabiar.
Y ¡claro que me hacen rabiar¡
Tanto, que me gustaría regalarlas
Para su exposición natural
Al Museo de la Evolución Humana
Que tengo delante.
-Daniel de Culla